En los últimos años, la tecnología se ha convertido en una extensión del ser humano para realizar “casi” todas las labores de su vida cotidiana. Desde aprender a tocar un instrumento o cocinar mediante un tutorial en YouTube, tomar un curso en línea o un webinar para actualizar sus conocimientos, hasta que el doctor realice una microcirugía a través del robot Da Vinci, entre muchas otras cosas.
Además, los diversos avances tecnológicos siguen disrumpiendo de manera acelerada el mundo de los negocios. Esto ha dado paso a la Industria 5.0, la cual tiene como objetivo devolver el toque humano a una amplia gama de aplicaciones en manufactura y producción dentro de un escenario donde convergen las capacidades robóticas y las habilidades de las personas.
No cabe duda que la revolución digital ha cambiado a la industria en su totalidad, ya que, al integrar máquinas, Internet Industrial de las Cosas (IIoT), la nube e inteligencia artificial (AI) en los procesos productivos, se habilitó un entorno de trabajo cada vez más adaptable y listo para el cambio. De esta manera, se impulsa una fuerza industrial conectada en la que el capital humano y la tecnología reinventan los procesos de producción y negocio.
En este contexto, la quinta revolución industrial se convierte para Latinoamérica y el resto del mundo en una prioridad por la gran demanda de los consumidores por personalizar las mercancías que adquieren, así como entregar mayor rapidez y calidad en la manufactura. Además, en el escenario de la transformación digital existe una necesidad imperante de usar energías renovables y minimizar el impacto al medio ambiente.
Para 2020, la consultora Gartner en su informe “Top 10 Strategic Technology Trends for 2020” vislumbra las siguientes grandes tendencias tecnológicas que, según sus analistas, están dejando de ser emergentes para implementarse de forma masiva en las compañías y que alcanzarán su punto de inflexión en los próximos cinco años:
1. Hiperautomatización. Este concepto se describe como el resultado de la combinación de herramientas de automatización, machine learning y software empaquetado para dar agilidad a las entregas laborales. Además, incluye los procesos que integran la automatización como descubrir, analizar, diseñar, automatizar, medir, monitorear y reevaluar, y cómo estos se relacionan entre sí.
2. Multiexperiencia. Se refiere al cambio que experimentará, hacia 2028, la experiencia de usuario (UX) en la forma en que los usuarios perciben el espacio digital y cómo interactúan con éste. Las diversas realidades -virtual (VR), aumentada (AR) y mixta (MR- están transformando los modelos de percepción e interacción, lo cual llevará a una experiencia multisensorial y multimodal en el futuro.
3. Democratización tecnológica. Durante 2023 se acelerarán en particular la democratización de los datos y su análisis, la democratización del desarrollo con auge de herramientas de inteligencia artificial, la democratización del diseño gracias a la ampliación los fenómenos de “low code” y sin código para el desarrollo de apps que empoderen a los ciudadanos, así como la democratización del conocimiento para los profesionales no relacionados con las TI.
4. Seres humanos “aumentados”. El superhumano empieza a ser realidad, ya que la tecnología ha mejorado las capacidades de las personas, por ejemplo, a través de la implantación de chips o dispositivos que aumenten la funcionalidad física o mediante un mejor acceso a la información que desarrolle las habilidades cognitivas.
5. Transparencia y trazabilidad con fines éticos. Estos elementos críticos para apoyar la ética digital y privacidad, se refieren a actitudes, acciones, tecnologías y prácticas diseñadas para abordar los requisitos regulatorios, así como preservar un enfoque ético del uso de AI y otras tecnologías avanzadas para subsanar la creciente falta de confianza en las organizaciones. Además, los consumidores son más conscientes del valor de sus datos personales y exigen que se regule cómo las organizaciones administran y usan su información.
6. Edge computing. Esta tecnología permite el procesamiento de la información, así como la recolección y entrega de contenidos más cerca de las fuentes, repositorios y consumidores de dichos datos. Además, esta práctica reducirá la latencia -tiempo- que tarda en transmitirse un paquete de datos dentro de la red, un factor clave en las conexiones a internet. Complejos dispositivos edge -incluyen robots, drones, vehículos autónomos y sistemas operativos- acelerarán este cambio.
7. Nube distribuida. Se refiere a la repartición de servicios públicos en la nube a lo largo de diferentes ubicaciones, al mismo tiempo que el proveedor de cloud pública de origen asume la responsabilidad de la operación, gobierno, actualizaciones y evolución de los servicios.
8. Dispositivos autónomos. Esto incluye robots, drones, vehículos autónomos y otros aparatos dotados de inteligencia artificial que harán tareas antes limitadas a los humanos, además de interactuar, trabajar y colaborar de forma más natural con las personas y su entorno.
9. Binomio seguridad / inteligencia artificial. El auge de AI y las técnicas de machine learning para mejorar la toma de decisiones, brinda grandes ventajas como la hiperautomatización y el uso de objetos autónomos para transformar los negocios, además de detonar importantes desafíos en materia de seguridad por el auge del Internet de las Cosas (IoT), nube, microservicios y sistemas altamente conectados en espacios inteligentes.
10. Blockchain. A pesar de la falta madurez a la cadena de bloques para su adopción de forma intensiva en las empresas -problemas técnicos de escalabilidad e interoperabilidad, su potencial disruptivo y la generación de ingresos previstos para esta tecnología, provoca que las compañías empiecen a evaluar su uso o al menos empezar a experimentar con esta opción. Su objetivo es remodelar industrias enteras y mejorar la confianza y transparencia de los ecosistemas corporativos, al tiempo que reduce costos y tiempos de las transacciones, además de optimizar el flujo de caja, rastreo de activos y gestión de identidades.
El poeta, dramaturgo y novelista francés Víctor Hugo mencionó que: “El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad.” De la misma forma, 2020 se vislumbra como un año de grandes retos, pero también de enormes oportunidades.
Es tiempo de mapear las tendencias tecnológicas del próximo año, las cuales modelarán la realidad personal y empresarial, así como el estilo de vida de la población, no sin antes estar convencidos de que la transformación digital (DX) será el camino a seguir.
Esther Riveroll, Fundadora y Directora General de Alldatum Business
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